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8M: Marchan mujeres en Toluca por ellas y las que fueron asesinadas

En punto del medio día, la familia de Melany Guadarrama, víctima de feminicidio en Xonacatlán, llegó al parque Simón Bolívar, en Toluca, para sumarse a las movilizaciones del 8M, Día Internacional de la Mujer.

Llegaron, quienes amaron a la joven asesinada, con una loca en la que imprimieron su rostro. Se sumaron a las decenas de familias de víctimas y sobrevivientes que se sumaron a la marcha convocada por una docena de colectivas feministas interseccionales.

El glitter, el humo morado, las pancartas, los gritos, los abrazos. Las capuchas, las infancias, las madres, las universitarias, los pañuelos. Todo se conjugó en medio de una sola exigencia: Justicia. Justicia para las que no están, justicia social, justicia.

“Marcho para que no olviden a mi hija, para que ya sea el juicio, ya hay un detenido”, comentó la madre de Melany.

Bloque negro, la resistencia que lucha

En la punta del contigente, el bloque negro, la punta de lanza. Caminan encapuchadas, con palos y martillos en sus manos, con la intención de accionar, proteger y representar.

“Para mí es un orgullo marchar en el bloque negro, vengo con mi hija de cinco años, es su segunda marcha. Nosotras protegemos y lo hago así porque mi hija merece crecer en un mundo en que no la miren con morbo, tiene cinco años y ya lo ha vivido”, comentó una las integrantes.

Altavoz por la libertad en el 8M

Con el altavoz en mano, víctimas de todo tipo de violencias de género decidieron romper el silencio con una manada atrás gritando “No estás sola”. Abusos, acoso, violaciones, hostigamiento laboral y feminicidio, fueron los temas que se tocaron con el altavoz en la mano.

Al mediodía comenzaron las actividades, fueron más de cinco puntos en los que se congregaron las colectivas y mujeres que marchaban por primera vez. Todas avanzaron hacia el Parque Simón Bolívar, ya punto recurrente de reunión para la marcha del 8M en Toluca.

“Es la primera vez que marcho y lo hago porque necesito alzar la voz, todas hemos sido victimas de algo por el hecho de ser mujeres”, comentó Diana, quien no le dijo a su madre que se iba a unir a las movilizaciones por miedo a que la regañara.

Al filo de las 14:00 horas, salieron del Parque Simón Bolívar, avanzaron por la calle Gómez Farías, doblaron por Bravo, tomaron avenida Morelos.

Mientras avanzaban, cada un par de cuadros una víctima rompía el silencio en medio de las consignas. El puño en alto, el acuerpamiento, las lágrimas y la palabra “justicia” clavada en la garganta, a veces, por el sentimiento, no se articulaba.

Siguieron por Rayón hasta Hidalgo y ahí, en el punto más simbólico de Toluca, en Los Portales, denunciaron que una de las manifestantes había sido victima de robo en medio del operativo policiaco desplegado por la marcha del 8M.

Bloque radical, contra el borrado de la mujer

Con pintura roja que simulaba la sangre de las víctimas de la violencia feminicida, las integrantes de los bloques radicales protestaron en contra del borrado jurídico de la mujer y rechazaron la marcha de las mujeres trans.

Cinco mujeres y una niña lesionada

Cuando el bloque negro accionó en contra de los policías que resguardaban Palacio de Gobierno, cinco mujeres y una niña resultaron lesionadas, lo que generó un conato de enfrentamiento entre las feministas.

“Hombres al frente” era lo que gritaban las manifestantes ya que eran policías de género las que se pusieron como acordonamiento, sin equipamiento antimotín.

Minutos después, las manifestantes se replegaron y dieron paso al micrófono abierto en la Plaza de Los Mártires. Ahí, se reconoció que el nivel de la Marea Violeta regresó al que se tuvo en 2020 con miles de mujeres gritando “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”.

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