Desde hace 12 días, cuatro madres de los llamados injustamente presos decidieron comenzar una huelga de hambre como parte de las protestas del colectivo Haz Valer Mi Libertad; sin embargo, este miércoles los estragos físicos comenzaron a pesar y terminaron en la sala de urgencias de la Cruz Roja Toluca.
Se trata de Guadalupe Silvestre, madre de Eduardo; Celia Arroyo, madre de Daniel Plácido; María Luisa Montoya, madre de Carlos Alberto; y María Peña, madre y abuela de Miguel Ángel y Jorge; quienes se mantienen en estado de inanición frente a Palacio de Gobierno en el Edomex.
Quienes, además se han mantenido en el plantón por más de 110 días, denunciaron que, pese a que pidieron una ambulancia a las 06:30 de la mañana, ésta nunca llegó.
Con la salud mermada, las mujeres que se mantienen en huelga de hambre aseguraron que no van a dimitir pues lucha por la libertad de sus hijos y uno de sus nietos.
María Félix, madre y abuela de “injustamente presos”, fue quien necesitó intervención médica. Tiene 73 años y decidió sumarse para rogar que el gobierno del Estado y el Poder Judicial revisen los casos de su hijo y nieto, pero esto no ha sucedido.
“Somos presos todos desde hace seis años que mis hijo y mi nieto están recluidos en los penales, no es vida, no es estar bien, es el buscar, ya buscamos muchos lugares y no, y el señor Obrador dijo que iba a mandar a la señora Rosa Icela desde que hicimos la huelga de hambre y a 12 días no la ha mandado y lo único que le pedimos es que él como presidente de nuestra nación mexicana, nos haga valer nuestra libertad”.
De acuerdo con las huelguistas, en sus casos existen dictámenes de que hubo faltas al debido proceso en sus familiares, sin que esto haya sido tomado en cuenta para que recuperen su libertad por lo que desde hace tres años se mantienen en protesta permanente y desde hace 12, sin probar alimentos.
Acostadas, pues la energía no les da para más, lamentan que no ha habido atención por parte del nuevo gobierno.
“Ahorita ya se empieza a debilitar el cuerpo, ya empezamos a resentir los días de no comer, mareos, náuseas, ya el cuerpo empieza a decaer”, añadió María Luisa Montoya, madre de Carlos Alberto Estrada Montoya, injustamente preso, quien por segunda ocasión unió a una huelga de hambre como señal de lucha.
Respaldadas por el colectivo Haz Valer Mi Libertad, las cuatro madres aseguraron que están dispuestas a dar su vida por sus hijos, con tal de verlos fuera de las cárceles en donde purgan condenas por crímenes que -afirman- no cometieron.