Enrique se levanta con ayuda de su esposa, desde hace casi tres años la independencia escapó de sus días. Sufrió un accidente cerebro-vascular que lo llevó a perder la movilidad del lado derecho de su cuerpo y la capacidad de hablar, aunque poco a poco ha recuperado sus capacidades motoras.
Antes del infarto cerebral, Enrique trabajaba en una fábrica de zapatos en la que colaboraba para los diseños de la próxima temporada; ahora pasa los días en el Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS) ubicado en el municipio de San Mateo Atenco.
Aunque el lado derecho del cuerpo no logra controlarlo en su totalidad, ya camina con ayuda de un bastón, habla y lucha por recuperar su vida.
“Esto no es el final, es un cambio de vida”, aseguró al salir de terapia en el CRIS.
Su calvario, asegura, se agudizó cuando, al recibir tratamiento por el infarto cerebral, le inyectaron una toxina cuyo nombre no recuerda, ahí perdió toda la movilidad.
“Estaba postrado en una cama, ahora ya me puedo mover, quiero luchar”.
Todos los días en el Estado de México, los casos de personas con discapacidad aumentan pues ésta puede ser congénita o adquirida por una enfermedad o un accidente; se calcula que hasta 2 millones de personas la padecen.
Sin embargo, la discriminación aún es un factor que impide que muchos pacientes tengan un tratamiento adecuado.
“Creo que lo principal está en nuestro cerebro, en las ganas de vivir la vida y recuperarse es muy difícil, más la recuperación, pero tener ese ánimo, porque sin ánimo en la, en nuestra misma, en nuestra vida es muy difícil todo esto”, añadió Enrique.
Discapacidad en San Mateo Atenco
En San Mateo Atenco se calcula que existen 4 mil personas con algún tipo de discapacidad, la más común es la motriz, seguida por la visual, causada por enfermedades como diabetes.
En esta localidad se inauguró recientemente un Centro de Rehabilitación e Integración Social con el que se atiende no sólo al paciente sino a su familia y a sus cuidadores, dado que la discapacidad afecta a todo su entorno.
“Realmente todos los pacientes yo creo que, en algún momento de su vida han sufrido discriminación; tratamos de quitar estos estigmas en la población, contamos también con un programa que se llama Integración Social con el cual realizamos sensibilización y a los pacientes les ayudamos en el área psicológica”, comentó Azul Machacón Villaseñor, directora de Atención a la Discapacidad San Mateo Atenco.
La lucha por la autonomía
Para María Sara, la atención que ha recibido en el CRIS ha sido una forma de cambiar el destino de su hija, María del Carmen, quien padece Parálisis Cerebral.
“Mi hija nació de seis meses, es prematura, nació con PCI y a los tres meses se enfermó de neumonía, estuvo internada, le dieron tres paros respiratorios y, durante entonces, fue el inicio de este martirio, mi niña tuvo secuelas muy graves”.
El tratamiento ha permitido que María del Carmen conozca su sonrisa e incluso interactúe con las personas a su alrededor.
“Mi niña realmente no se movía, tenía sus manos muy estáticas, sus piernas estáticas, estaba muy difícil su situación, pero aquí viene contenta, le da gusto, y se pone a platicar con las señoritas que la atienden”.
Aunque hilar toda una conversación aún no le es posible, decir cómo se siente y sonreír, conectar a través de la mirada, es posible y para su mamá, es el milagro que presencia todos los días.
Para la directora de Atención a la Discapacidad, el tratamiento adecuado de la mano de especialistas significa un cambio de vida para las personas con discapacidad pues la meta es que logren la mayor independencia posible para enfrentar la cotidianidad.
En el Edomex existen ocho CRIS; sin embargo, el de San Mateo Atenco es el único en el Valle de Toluca, aquí actualmente se atiende a un promedio de 90 personas al día, a quienes se les realiza un estudio socioeconómico para determinar si pagarán o no una cuota de recuperación que oscila en los 50 pesos.
