Cuando la calaca llega a México, se relaja, se divierte, en especial si se acerca noviembre, y es que chicos y grandes la festejan y hasta perpleja la dejan con sus vestuarios ataviados con flores y colores dejando de lado los sinsabores. Por ello con un desfile de pequeños catrines, en la primaria Eudoxia Calderon de Toluca, bailan al ritmo de sus canciones.
Alrededor de 900 estudiantes de la Eudoxia Calderón olvidaron los uniformes por un rato para celebrar una de las máximas tradiciones mexicanas: El Día de Muertos.
Catrines de todos los tamaños, incluso algunos de más de dos metros, llenaron de folclor las calles de Toluca, lo que fue bien recibido por los locatarios y vecinos de las calles Independencia, Primero de Mayo, González Arratia y Leona Vicario.
Un desfile de catrines como pocos
La banda sonaba con cada paso de los pequeños, quienes sonreían y pedían dulces, celebraban la muerte llenando las calles de vida.
“Me gusta mucho este recorrido, yo no sé si otros lo hagan, la verdad es que es algo que me emociona, vestirme de catrina es una de las cosas que más me gustan porque creo que es poner en alto nuestras tradiciones”, comentó una de las pequeñas.
“Es muy divertido y me encanta porque nos dan dulces y a veces hasta dinero”, añadió otro estudiante.
Desde hace años, este recorrido ha buscado fomentar identidad en los más pequeños, pues participan los estudiantes desde primero hasta sexto de primaria.
“Para nosotros como papás es muy importante que se fomenten las tradiciones, pero desde una visión infantil, en la que ellos puedan y deban estar involucrados, verlos emocionados es muy bonito, creo que a todos nos comparten su alegría y esas ganas con las que esperan a nuestros difuntos en la ofrenda”, comentó Fernanda, madre de familia.
Durante una hora las calles de Toluca se llenaron de colores y calacas, de elegancia, de flores, pero sobre todo, de niños que reviven a sus difuntos con risas que se envidian en los panteones.
