Para poder evadir a la justicia, operar una red de extorsionadores, secuestradores y narcomenudistas, El Payaso tenía dos identidades. El hombre, abatido por campesinos de la comunidad de Texcapilla, perteneciente a Texcaltitlán; llevaba apenas un año y medio como jefe de plaza en la región.
Rigoberto de la Sancha Santillán también estaba identificado como Juan Carlos Garduño Martínez, un nombre que se lee en el archivo reservado MX/EDOMEX/FGJEM/AIC-CGIA/UATO de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y la Secretaría de Marina.
El hecho de que los delincuentes, en especial los del crimen organizado, usen dos o más nombres, no es nuevo. Lo hacen para no generar antecedentes, para obtener documentación falsa que complique su detención y hasta para proteger su verdadera identidad y con ello, a su familia.
¿Cómo era El Payaso?
Tras el enfrentamiento en Texcapilla, en el que murieron once sicarios de La Familia Michoacana entre ellos El
Payaso, se difundió la foto de un joven con cabello teñido que se afirmó era Juan Carlos Garduño Martínez o Rigoberto de la Sancha Santillán, pero el rostro difundido era de uno de sus sicarios.
Pero El Payaso ese día llevaba un pantalón beige y una playera también de color claro, tenías blancos con detalles en negro. Su cuerpo quedó parcialmente quemado cerca de una de las camionetas que fueron calcinadas.
En los documentos clasificados de la AIC, quienes fueron secuestrados por este jefe de plaza de La Familia Michoacana lo describieron “como un sujeto de 40 años, 1.60 metros de estatura, complexión obesa, tez blanca, cabello oscuro y canoso, se deja la barba de candado, ojos color café, nariz chata, como seña particular tiene un tatuaje en la muñeca derecha de una sonrisa de payaso tipo Joker”.
¿Cómo se convirtió en Jefe de Plaza?
El 4 de junio de 2022, explican documentos clasificados, El Payaso mandó a taxistas de Texcaltitlán a bloquear los accesos pues él y otros sujetos, como El Barbas, El Macrina, El Comandante Fierros y El Comandante Jabón, todos jefes de plaza de la zona sur del Edomex iban a celebrar.
Rigoberto y/o Juan Carlos organizó una ida a las truchas para festejar que se había quedado como jefe en la zona luego de que Arcelia, quien fue su superior, fuera asesinado presuntamente por su pareja sentimental, a quien después El Payaso mandó matar.
Si bien el que seguía en la línea de mando era un sujeto identificado como Zopilote, fue detenido así que Texcaltitlán quedó a merced de El Payaso.
Debido a que se le tenía identificado por haber participado en la matanza de Llano Grande el 18 de marzo de ese año, cuando fueron emboscados elementos de la Secretaría de Seguridad del Edomex y de la FGJEM, episodio en el que murieron 13 uniformados; se organizó el operativo de Palo Amarillo, comunidad de Texcaltitlán.
Los trabajos de inteligencia permitieron ubicarlo en una casa de seguridad de la zona, pero -pese a la movilización táctica, incluso el abatimiento de 12 de sus hombres- El Payaso logró huir corriendo.
Murió al querer poner nuevos impuestos
La gente de Texcaltitlán reconoció el cadáver de Rigoberto de la Sancha Santillán/Juan Carlos Garduño Martínez de entre los muertos del enfrentamiento de Texcapilla. Estaba a un costado de una de las camionetas incendiadas pues pretendía huir del sitio en el que sus hombres fueron abatidos por campesinos armados con machetes, palos y piedras.
Había llegado al punto tras convocar a una reunión para cobrar los nuevos impuestos: 10 mil pesos por hectárea sembrada de avena y haba; sin embargo, los campesinos querían negociar porque no tenían dinero y la cosecha la habían perdido por las heladas.
Los integrantes de La Familia Michoacana se negaron y ahí comenzó el enfrentamiento que ahora tiene sumidos a los habitantes de Texcapilla en el miedo ante una posible venganza de esta célula del crimen organizado.