Hace 30 años, Alfonso decidió dejar Ecatepec y llegar a Toluca para recolectar PET y algunos otros desperdicios industriales; sin embargo, a veces el dinero no le alcanza y duerme en las calles por lo regular, a veces, llega al albergue invernal.
Si gana más de lo necesario para comer, costea una casita, un cuarto, aunque sea de cartón, pero no siempre la vida le sonríe. Pasa la mayor parte del día recorriendo las calles, aunque cuando cae la noche, trata de llegar al Hospital 220 del IMSS, ubicado en Paseo Tollocan.
Llega a esa zona porque hay un puesto de periódicos en el que la dueña les permite quedarse afuera del kiosko, a veces llegan otras personas también, con lo que el calor humano hace un poco menos insoportables las heladas invernales en Toluca.
“Luego he rentado, de repente rento, ahorita no, no he tenido dinero ahorita”.
Lo rescataron de una noche invernal
A Alfonso, los elementos de la Coordinación de Protección Civil y Bomberos de Toluca lo encontraron durante los rondines del operativo Saturno que se implementa para ofrecerles a las personas en situación de calle trasladarlas al albergue invernal que este año se instaló en el parque Luis Donaldo Colosio, en la zona de la Terminal-Mercado Juárez.
Llegaron y le preguntaron si quería pasar la noche en el eefugio, no lo dudó. Después lo cuestionaron sobre si había ingerido bebidas alcohólicas o usado alguna droga en las últimas horas, aseguró que no y le dijeron que podía acompañarlos.
Tan pronto como pudo se levantó y agarró sus mochilas, su costal y se subió a la batea de la camioneta de los rescatistas. Las heladas no perdonan, con los frentes fríos las temperaturas han estado por debajo de los 0º en Toluca y dice, siente que se le van a partir los dedos de los pies.
Hay reglas para ingresar al albergue
Una vez en el albergue, volvió a pasar por cuestionamientos y la revisión de sus cosas, pues está prohibido que entren con armas, bebidas alcohólicas o drogas.
Le hicieron un chequeo médico, su presión estaba bien, así que lo dejaron pasar con la condición de que desalojara el área a las 06:00 de la mañana. Así lo marca el protocolo.
Le ofrecieron un café caliente y un pan. No le importó tener las manos sucias, lo tomó y lo comió casi completo, no había comido en todo el día. Incluso guardó un pedazo para el día siguiente en el vaso vacío de unicel. Por si las dudas.
“Aquí veo que nos atienden bien y todo eso. No había venido, nos convencieron”.
También aceptan a familiares de personas hospitalizadas
Pero este operativo está dirigido a cualquiera que esté pernoctando en la calles, incluso a quienes esperan noticias de sus pacientes afuera de los hospitales.
Daniel tiene a su hijo internado en el Hospital 220; aunque no pudo quedarse a la guardia nocturna porque se quedó su esposa. Tampoco pudo regresarse a Santa Martha, comunidad perteneciente a Ocuilan, porque el último camión sale a las 18:00 horas.
Así que decidió quedarse en el puesto de periódicos junto a otras personas, la mayoría sin hogar. Cuando llegaron los bomberos, sintió que lo habían rescatado de vivir una de las peores noches de su vida. Los miró con agradecimiento.
“Tengo un paciente, pero adentro sólo puede estar una persona y por eso me quedé aquí. Está bien para todos, hay mucha gente que no se quiere ir, pero nada más es una persona la que puede estar adentro, no tiene caso estar afuera”.
La mayoría rechaza ir al albergue invernal
Sin embargo, la mayoría de las personas a las que se les ofrece ser trasladadas al refugio, lo rechazan, quienes viven en las calles porque prefieren proteger lo que consideran es su dominio, su territorio; otros, no logran cumplir con el requisito de estar sobrios; mientras que, quienes están afuera de un hospital, prefieren quedarse a esperar noticias de sus familiares.
Este último caso se da en especial en el Hospital para el Niño, donde las familias prefieren quedarse juntas, algunas incluso algunas llevan casas de campaña para soportar las bajas temperaturas en las madrugadas y el Sol inclemente a mediodía.
En el caso de las personas sin hogar que se rehusan a moverse de su territorio, los bomberos de Toluca les dejan una cobija y se retiran, pues algunos suelen ser agresivos.
Sin censo de personas sin hogar en Toluca
En Toluca no se cuenta con un censo de cuántas personas en situación de calle hay, esto debido a que mucha de la población que pernocta a la intemperie es flotante, es decir, migrantes en movimiento.
Esto provoca que el refugio invernal que estará habilitado hasta el 15 de enero reporte subocupación, pues en promedio llegan cinco personas por noche, aunque son más de 25 quienes duermen en las calles.
“Hemos tenido poca afluencia también este año, por eso la importancia de poder difundir el servicio y poder seguir estando muy cerca de la gente para decirles las ventajas de poder estar en este Refugio pues para prevenir cualquier situación de hipotermia que incluso pudiera acabar con la pérdida de la vida”, comentó Griselda Camacho, coordinadora de Protección Civil y Bomberos de Toluca.
A la fecha, no han llegado menores, pero si se necesita, sólo deben ir acompañados de su padre, madre o tutor.
Aunque es por unos días, el refugio invernal es una alternativa para soportar la vida en las calles, la vida en tránsito o el infortunio de estar afuera de un hospital en pleno invierno.