Este viernes se cumplieron tres semanas de la privación ilegal de la libertad de cuatro polleros de Toluca, de quienes no hay rastro, por lo que sus familiares denunciaron que tanto sus captores como las autoridades, guardan total silencio en torno al caso.
Saben que se los llevó una célula de La Familia Michoacana porque los dueños del rastro de pollo donde laboraban, se negaron a seguir siendo víctimas del delito de extorsión en su modalidad cobro de derecho de piso; pero más nada.
“Algo nuevo no tenemos, la fiscalía no nos ha dado una respuesta. No nos dicen si están investigando, si no están investigando, cuándo vamos a preguntar nos dicen que todos están de vacaciones, que ahorita no pueden hacer nada”, lamentaron desde el anonimato por temor a represalias.
No sólo son polleros, son padres, esposos, hijos
Cada día que pasa, lamentan, no sólo es más complicado sobrellevar el miedo, sino el sustento en sus hogares. Ellos, Rigoberto Colín, Isidoro Díaz Casimiro, Jaime Ramos Reyes y Elíseo Escobar Ramírez, llevaban el sustento.
Mientras, los rastros de pollo continúan operando pese a los cobros de derecho de piso en el Valle de Toluca por parte del crimen organizado. Pese al secuestro de cuatro trabajadores.
“Estamos en la parte de que nos apoyamos, pero seguimos en lo mismo de que no decimos nada porque tenemos miedo a que nos puedan hacer algo”.
El levantamiento de los cuatro polleros de Toluca
La madrugada del 22 de diciembre, cuatro sujetos armados ingresaron a un rastro de pollo, exigieron la cuota semanal a los trabajadores quienes no entregaron dinero alguno.
Las cámaras de seguridad lograron captar el momento en que los integrantes irrumpen en el lugar en el que se trabajaba con pollo crudo.
Se llevaron a Rigoberto Colín, Isidoro Díaz Casimiro, Jaime Ramos Reyes y Elíseo Escobar Ramírez. Aunque ya se detonó una alerta Odisea y se lleva a cabo la investigación, son ya 21 días desde que fueron levantados por un comando.
“Es la impotencia de no saber dónde están, de saber que la deben estar pasando mal porque pues la gente se los llevó no es gente buena, entonces la familia está desesperada, ya no sabemos qué más hacer, estas personas no se comunican, no nos dicen qué quieren; la fiscalía tampoco, no sé si han buscado, si han encontrado”.
Quienes esperan en casa a Rigoberto, a Isidoro, a Jaime y Elíseo lamentan que esta situación haya escalado, pues ya se habían hecho denuncias sobre las extorsiones de las que son víctimas los polleros del Valle de Toluca y el sur del Edomex sin que se haya detenido a los criminales antes de que tomaran cuatro vidas y las arrancaran de quienes los aman.