Cuando Sonia se enteró de que estaba embarazada por primera vez, sabía que las sorpresas iban a ser parte de la rutina de su bebé, así que decidió no conocer el sexo y esperar a tenerle en brazos. Ocho meses después sostenía a Dafne Giselle en sus brazos, pero jamás imaginó que 23 años después estaría vendiendo tostadas estilo Jalisco para poder encontrarla.
La última vez que Sonia supo sobre Dafne Giselle fue un día antes de su desaparición reportada el 26 de marzo de 2022. Estaban planeando verse, pues la joven de entonces 21 años, había decidido, 10 días atrás, irse a vivir con una de sus conocidas en el fraccionamiento Exrancho San Juan, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez.
Desde entonces, el silencio en el celular mantiene a Sonia, a su esposo y a sus otros dos hijos, en velo. Cuando se dieron cuenta de que Dafne no iba a volver, reportaron su ausencia a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, pero durante un mes, las investigaciones no avanzaron.
Entonces Sonia se sumó al llamado de otros padres de personas desaparecidas a bloquear la carretera Toluca- Atlacomulco el 29 de abril de 2022 y, con el apoyo de colectivos, logró mesas de trabajo, pero las respuestas, son nulas.
“El 25 de marzo todavía tuvimos comunicación con ella por Messenger y mi esposo habló con ella. Para el lunes ya no sabíamos nada, nos enteramos que no había regresado a su casa desde el sábado 26 de marzo. Ella vivía con una supuesta amiga y sus tres hijos, y su novio vivía a una cuadra y media”.
De acuerdo con declaraciones de su amiga, Miriam, la joven salió alrededor de mediodía, supuestamente a la tienda, pero esta información no se pudo corroborar.
Sonia busca a su hija por todo el país
Aunque desapreció del conjunto habitacional Exrancho San Juan, ubicado a 40 minutos del centro de Toluca si se toma la carretera Toluca-Atlacomulco, Sonia y el colectivo Flores en el Corazón se han movilizado por distintos municipios e incluso a otros estados para encontrar a Dafne Giselle.
Aunque ha visitado distintas instalaciones de los Servicios Médico-Forenses de estados como Morelos y Guerrero, tiene la esperanza de encontrarla con vida. Sin embargo, a dos años de la desaparición de la joven quien sueña con ser veterinaria pues los animales y atenderlos es uno de sus motores, la falta de pistas acongoja a la familia Garcés Suárez.
Por si fuera poco, Sonia tuvo que renunciar a su trabajo como empleada doméstica en Toluca debido a que, por las búsquedas y reuniones con las autoridades para darle seguimiento a la carpeta de investigación de Giselle, faltaba constantemente.
Vender tostadas, una forma de costear la búsqueda de Dafne Giselle
Conforme sus ingresos disminuían, Sonia decidió que tenía que buscar una forma de generar dinero que le permitiera seguir saliendo cuando lo necesitara.
Para poder participar en las búsquedas de su hija y otras personas desaparecidas cuyos familiares han encontrado apoyo en el colectivo Flores en el Corazón, Sonia debe pagar -al menos- sus pasajes y viáticos, por lo que preguntó a sus familiares qué podría hacer.
La respuesta la encontró en sus seres queridos que en la zona del Valle de México se dedica a la venta de tostadas estilo Jalisco, por lo que la apoyaron para que comenzará a venderlas en en el Valle de Toluca.
“Las búsquedas son una forma de saber que estás buscando a tu ser querido, no es fácil porque nadie quiere estar yendo a los forenses o los Semefos, no queremos estar viendo tanto, tantas personas y cómo terminan, pero es necesario para saber que nuestros hijos no están ahí”.
Apoyos insuficientes
Reconoció que pese a que tienen apoyo económico por parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de México, pero que éstas no siempre es suficiente para cubrir los gastos que estar rastreando los pasos de sus seres queridos representan.
“Aparte de eso, tenemos gastos y necesidades en casa, ese es el motivo por el cual empezamos a hacer este negocio porque es difícil salir adelante cuando tienes un hijo desaparecido, porque lo que quieres es seguir buscando, no quieres pagar, pero todo esto te causa gastos y, a veces, por los gastos, dejamos de asistir a muchas actividades”.
Con ayuda de sus hijos, los gemelos Irving y Marvin, Sonia prepara las tostadas dos veces a la semana en su casa. El en aceite caliente busca freír sus penas para poder tener la entereza que requiere para encontrar a Giselle y sacar adelante a su familia que está fragmentada por las ausencias y la desesperación.