En la temporada de estiaje, el aumento de incendios forestales no solo causa daños en las áreas boscosas del Estado de México, sino que también afecta la calidad del aire, poniendo en riesgo la salud de la población cercana a las zonas afectadas.
Ante esta situación, el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) y la Protectora de Bosques de la entidad (Probosque) hacen un llamado a la población a tomar precauciones.
Se recomienda el uso de cubrebocas y evitar realizar actividades al aire libre, especialmente deportivas.
Riesgos por mala calidad del aire
Alejandro Sánchez Vélez, director General de la Protectora de Bosques del Estado de México, advierte sobre los riesgos de la exposición al humo y la ceniza para la salud respiratoria.
Además, el ISEM alerta sobre posibles enfermedades como conjuntivitis, infecciones respiratorias agudas, otitis media aguda y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) debido a la contaminación atmosférica.
Los especialistas también destacan los riesgos para enfermedades cerebrovasculares y cardíacas en estas condiciones climáticas adversas.
Además de los riesgos mencionados anteriormente, la mala calidad del aire causada por los incendios forestales puede tener efectos graves en la salud a largo plazo.
La exposición prolongada a partículas finas en el aire, conocidas como PM2.5, puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares.
Los niños, los ancianos y las personas con afecciones respiratorias preexistentes, como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), son particularmente vulnerables a los efectos adversos de la mala calidad del aire.
Asimismo, las mujeres embarazadas y los bebés en gestación también pueden experimentar complicaciones de salud si están expuestos a altos niveles de contaminantes atmosféricos.
Es importante tener en cuenta que la calidad del aire afecta a toda la comunidad, independientemente de si están cerca de los incendios forestales o no.
Las partículas transportadas por el viento pueden viajar grandes distancias y afectar la calidad del aire en áreas remotas.
Por lo tanto, es fundamental que las personas se mantengan informadas sobre los niveles de contaminación del aire en su área y tomen medidas adecuadas para proteger su salud.