Norma Dianey García García desapareció el 15 de enero de 2018 en Nezahualcóyotl. Acompañada de otras familias de víctimas de feminicidio y desaparición, su madre protestó frente al Palacio de Gobierno en Toluca.
Norma Dianey abordó un transporte público después de trabajar en una tienda Coppel en la avenida Zaragoza, Ciudad de México, pero nunca llegó a casa en Chimalhuacán.
El caso de la joven, entonces de 24 años, fue inicialmente investigado por el área de Secuestros de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. Lamentablemente, la investigación tomó otro rumbo y fue transferida al área de personas desaparecidas.
«Es muy duro estar aquí parada. Quisiera estar con mi hija, pero el 15 de enero fui a levantar la denuncia y me dijeron que tenía que esperar 72 horas. En esas 72 horas perdí a mi hija», expresó la madre.
Dos personas fueron detenidas y pasaron seis meses en el reclusorio, pero uno de ellos fue asesinado. Durante su detención, afirmaron haber secuestrado, violado, mutilado y abandonado a Dianey en Tezoyuca. La familia realizó 15 búsquedas en el lugar, pero no encontraron nada.
«Hoy exijo que se aclare el caso de Dianey. Son seis años sin saber dónde está. Mientras yo viva, seguiré gritando su nombre», enfatizó la madre.
Madres de víctimas exigen respuestas a las autoridades
Acompañadas de otras familiares de víctimas de feminicidio y desaparición, exigieron al gobierno del Estado de México, a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, así como a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Edomex, atención integral para cada caso.
«No tenemos respuesta. Parece que les importa más su campaña política que atender a las madres de las víctimas. Tenemos muchos problemas con las carpetas. Hay una mamá buscando a su hija durante seis años y no hay respuesta», acusó una de las madres.
Denunciaron que solicitaron una audiencia con la gobernadora de la entidad, Delfina Gómez, pero la respuesta fue que serán atendidas una vez que pasen las elecciones.
«No nos importan sus elecciones. Nadie resuelve nada. A nadie le importa la muerte de una mujer, ni siquiera a los gobernantes. No quieren recibirnos porque les incomodamos».
Abogadas sin serlo, buscadoras por sed de justicia, peritos por intuición, las madres de víctimas aseguran que continuarán con sus búsquedas y la exigencia de apoyos por parte de las autoridades hasta que la dignidad se haga costumbre.