El sistema de salud en el Estado de México vive un nuevo colapso. Este miércoles se agudizó el paro en hospitales y centros de salud que afecta a 85 unidades médicas, ante el desabasto de medicamentos, la falta de personal y el incumplimiento en pagos de bonos y prestaciones. La situación se agrava con brotes recientes de sarampión que no han sido atendidos por falta de brigadas y vacunas.
Desde temprano, personal sindicalizado tomó las instalaciones de la Jurisdicción Sanitaria de Toluca. Médicos y enfermeras acusan que las condiciones empeoraron desde mayo del año pasado, cuando el personal fue transferido al programa IMSS Bienestar. Sin embargo, la crisis arrastra más de 20 años sin soluciones reales.
El caos comenzó con la transferencia a IMSS Bienestar
“El 1 de julio de 2024 nos cambiaron de régimen sin previo aviso. Nadie informó ni al sindicato ni a los trabajadores. Solo notamos que el pago de la quincena llegó antes, el día 10, y luego supimos que ya estábamos en otra plataforma”, explicó el doctor Raymundo Gómez, secretario general de la subsección 2 del SNTSA en jurisdicción Toluca.
Desde entonces, trabajadores denuncian pagos incompletos, estímulos retenidos, cobros indebidos y falta de información clara. “No hay quien resuelva. Apenas en mayo apareció un coordinador regional, pero no da respuesta. Ya entregamos rutas críticas con todo lo que nos deben, pero seguimos igual”, agregó.
Cirugías suspendidas y partos solo de urgencia
El paro afecta a hospitales clave como el “Adolfo López Mateos”, Nicolás San Juan, Tenango, Ixtapan, Valle de Bravo, Ixtlahuaca, Atlacomulco y San Felipe del Progreso. Los servicios de cirugía, consulta externa y partos programados están suspendidos. Solo se atienden urgencias y nacimientos fortuitos.

“No hay material quirúrgico ni medicamentos básicos. Lo que se necesita para operar lo tiene que pagar el paciente. Mientras tanto, en los centros de salud nos entregan cajas de agua oxigenada que no pedimos”, denunció Gómez.
Brotes de sarampión sin atender
En comunidades rurales ya se reportaron brotes de sarampión. Sin embargo, las brigadas de atención no han salido porque no hay vacunas ni personal suficiente. Algunas clínicas solo tienen un médico para atender a cientos de familias. En otras, ni siquiera hay gasolina para las camionetas.
Cada unidad atiende entre 300 y 500 familias.
“La gente cree que no queremos atenderlos, pero no tenemos con qué. La situación es insostenible”, advirtieron los trabajadores.
No levantarán el paro hasta tener respuesta
Los trabajadores exigen el pago inmediato de bonos y estímulos, la regularización de contratos y un plan real para garantizar abasto e insumos. También piden que se cumpla la minuta firmada en mayo de 2024 con el sindicato estatal.
“El bono de salud y el trimestral suman más de 13 mil pesos. Para quienes ganan menos, eso es más que una quincena. No se trata solo de dinero, sino de poder trabajar con dignidad y atender a la población como merece”, concluyó Gómez.