En el Estado de México se calcula que hasta 40 por ciento del agua se desperdicia en fugas, pero no sólo se trata de la pérdida, sino también de riesgo de daño en la infraestructura.
Las fugas representan una disminución de la distribución del agua en la zona donde se presentan, por lo que se convierte una responsabilidad compartida entre las autoridades y la ciudadanía para evitarlas y arreglarlas.
Durante la temporada de estiaje es común que baje el suministro del líquido, por lo que se convierte en indispensable cuidarlo.
Además, el Estado de México tiene un importante estrés hídrico debido no solo a la sobreexplotación de los mantis acuíferos sino a la falta de mantenimiento de las tuberías, que en muchas ocasiones es lo que genera las fugas.
Datos de la CAEM revelan que, en lo que va de la administración gubernamental, se han reparado más de 400 fugas en redes hidráulicas estatales del Cutzamala y en los acueductos en municipios del sur del estado.
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La Comisión de Agua del Estado de México es la encargada de administrar este recurso no renovable, pero también le toca a los ayuntamientos dar mantenimiento a las tuberías, en especial si se trata de infraestructura perteneciente a pozos.
Si es una falla del Sistema Cutzamala, se debe reportar también a la CAEM, lo puedes hacer aquí.
O bien comunicarte a los teléfonos: 01 800 201 24 89 para el Valle de México y al 01 800 201 24 90 para el Valle de Toluca las 24 horas del día, los 365 días del año.