El 9 de mayo de 2020, Eleocadia salió de su hogar ubicado en la colonia Emiliano Zapata del municipio de Temoaya, a media tarde le informaron que su hija, Maicha Pamela, había sido asesinada. A tres años del suceso que le cambió la vida, pues ahora vive en exilio acompañada de su hijo, sigue esperando justicia.
A decir de Eleocadia Matilde, la falta de interés por parte de los ministerios públicos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México han costado que, pese a las pruebas en su contra, Luis N., presunto feminicida de Maicha, no haya sido sentenciado aún.
“En el caso de Maicha ha habido mucha omisión por parte de la Fiscalía Genera de Justicia del Estado de México, en concreto con el Ministerio Público porque en su momento no metió la prueba genética en el juicio en contra del presunto feminicida”
Señaló que una vez que se remitió la prueba, estaba mal el nombre del genetista y la hora en que fue efectuada, pese a que ella mandó a hacerla a Monterrey debido a que estaban en al apogeo de la pandemia de covid-19.
La confronta señalaba que Luis N. estaba involucrado en el feminicidio de Maicha Pamela; sin embargo, la evidencia se perdió por falta de interés y porque la jueza también dio lugar a las pruebas del señalado.
“Pese a todo esto, pese a las pruebas, el sujeto ya metió tres amparos. Hace ocho días me dijeron que no ha podido salir una resolución para incluir las pruebas genéticas, pero esas ya existían desde el principio, no son nuevas, sólo que no se metieron a tiempo por culpa del MP. Existen más pruebas, por ejemplo, sus amigos declararon que Luis N. molestaba a Maicha, que un día antes le estuvo mandando pornografía”.
Asimismo, denunció que, desde agosto de 2020 había una línea de investigación en contra del ahora vinculado a proceso; sin embargo, no se atendió a tiempo, no se realizaron las pesquisas en su momento.
Lloran la ausencia de Maicha a tres años de su feminicidio
Este domingo, en Temoaya, la familia de la joven Maicha, asesinada a los 16 años, celebró una misa en su memoria y llevó flores al panteón donde descansa su cuerpo. Es una tumba blanca en señal de la pureza de la joven, misma que fue adornada con margaritas.
En ese punto, quienes en vida amaron a Maicha, lamentaron que aún no hay una sentencia y que, debido a que no hay un acceso a la justicia pronta y expedita, Eleocadia y su hijo viven desplazados, pues la familia del presunto feminicida los ha amenazado.
“Vivo en violencia económica, vivimos solos. Me dan mil pesos al mes pese a que sigue el proceso de mi hija y me gasto mucho más. Si Maicha estuviera viva les diría que lejos de apoyar a las víctimas, lejos de hacer bien su trabajo, no lo hacen. Sabiendo que sus omisiones afectaban al caso, se notó que no tenían interés que el tipo recibiera sentencia, ella les diría que no sirven para servir. No entiendo porqué disfrutan vernos sufrir más de lo que estamos sufriendo. ¿Por qué tanto odio hacia las mujeres, hacia las víctimas? He caminado tres años, ¿cuánto más me fata para que mi hija tenga justicia?”.
Maicha quería ser enfermera o contadora
Maicha Pamela González Matilde estudiaba la secundaria, pero debido a la contingencia por coronavirus, además de estudiar quería apoyar a su familia trabajando. Su mamá la apoyó con abrir una tiendita en un cuarto de su casa; llevaba cuatro meses vendiendo dulces, chicharrones preparados, refrescos y hotdogs.
Sobre esa decisión, ahora Eleocadia está arrepentida porque considera que así fue como el presunto responsable se fijó en su pequeña y truncó su sueño de estudiar enfermería o contaduría.