Con copal y una ofrenda, en el marco del Día del Árbol, los pueblos originarios llegaron a las faldas del Nevado de Toluca para llevar a cabo una ceremonia con el propósito de concienciar sobre la importancia de cuidar los bosques.
El bastón, los listones, las flores, las frutas, el pan y las galletas, fueron los elementos del tributo a los árboles de la región, en un gesto de gratitud hacia la Tierra por todo lo que brinda para sustentar la vida.
Ceremonia otomí en el Nevado de Toluca
Óscar López, conocido como Lobo Blanco, destacó la necesidad de fomentar el respeto a las áreas naturales.
Según López, los bosques no solo generan oxígeno, sino que también juegan un papel crucial en la limpieza del aire y el agua.
“Más que pedir, vinimos a agradecer a la esencia, al espíritu de los árboles, que son seres que pisaron la tierra antes que nosotros, por la montaña nos da la vida», afirmó López durante la ceremonia.
El guía espiritual, originario de Toluca, lamentó la pérdida de consciencia respecto a la importancia de la Tierra como hogar de millones de seres vivos.
Señaló que el consumismo desenfrenado y la fácil accesibilidad a los recursos naturales han llevado a su desvalorización y agotamiento.
“Ésta es nuestra casa, tenemos que conservarla, tenemos que preservarla. Nuestros ancestros nos dejaron una filosofía muy importante: Dejemos este lugar mejor que como lo encontramos», subrayó López.
Ofrenda y mensaje de esperanza
La ceremonia otomí en el Nevado de Toluca fue acompañada por el humo del copal y el sonido del tambor, creando un ambiente solemne y de reflexión.
Cada flor, cada fruta, cada pan y listón colocados en la ofrenda representaban un mensaje de esperanza frente a la devastación de las áreas forestales causada por la actividad humana.
Este acto simbólico tenía la intención de recordar la interconexión entre los seres humanos y la naturaleza, y la responsabilidad compartida de proteger y restaurar los ecosistemas.
El Nevado de Toluca, una de las áreas naturales más emblemáticas del Estado de México, es crucial para la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la región.
Iniciativas como esta ceremonia otomí son esenciales para promover una mayor conciencia y acción en favor de la conservación del medio ambiente.
En conclusión, la ceremonia otomí en el Nevado de Toluca subraya la necesidad urgente de cuidar y preservar los bosques. La participación de comunidades indígenas y la adopción de sus prácticas tradicionales pueden ofrecer valiosas lecciones sobre sostenibilidad y respeto por la naturaleza.
La ceremonia no solo celebró el Día del Árbol, sino que también hizo un llamado a la acción para todos aquellos comprometidos con la protección del medio ambiente.
