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Detienen a presunto feminicida de Jessica Sevilla; esperan que lo vinculen a proceso

El presunto feminicida de Jessica Sevilla, asesinada en Huixquilucan en 2017, fue detenido en Temoaya la noche del lunes, por lo que, durante la audiencia inicial del caso, familiares de Javier N. se manifestaron afuera de los Juzgados de Lerma. También llegaron colectivas feministas.

Durante la audiencia, mientras se discute si es o no vinculado a proceso, la familia de Javier y las colectivas se enfrascaron en una pelea, incluso una menor resultó lesionada.

“Javier es inocente, él era casado y ella también (Jessica). Ella tiene la culpa de que mi papá esté aquí”, sostuvo una de las hijas del detenido al asegurar que es inocente y que la relación extramarital que sostenían es el único indicio que tiene la Fiscalía General de Justicia del Estado de México en su contra.

Señalaron que durante la detención de José Javier N. los policías de la FGJEM incurrieron en abuso de autoridad e incluso golpearon a una niña de 13 años.

En tanto, fuentes extraoficiales confirmaron que la última persona con quien fue vista Jessica Sevilla es Javier N.

El feminicidio de Jessica Sevilla

Jessica desapareció el pasado 4 de agosto del 2017 cuando se dirigía en su automóvil a su centro de trabajo en Xonacatlán y un día después su cadáver fue localizado en un paraje de Huixquilucan.

Jessica Sevilla de tan solo 29 años de edad y madre un pequeño, que en ese entonces tenía año y medio de edad.

La doctora, quien trabajaba en el Hospital de la cabecera municipal de Xonacatlán, desapareció de la gasolinera ubicada en el poblado de San Antonio.

La familia de Jessica, al ver que no llegaba a casa inició la búsqueda, de acuerdo Javier N., quien la acompañaba, un grupo de sujetos se la llevó y a él lo hirieron con arma de fuego, tras ser atendido en el hospital de Xonacatlán, pidió su alta voluntaria amenazando a médicos y enfermeras de denunciarlos por secuestro.

El 5 de agosto, el cuerpo de Jessica fue hallado en el paraje Piedra Larga del municipio de Huixquilucan, con huellas de extrema tortura.

El año en que Jessica fue asesinada, en el Estado de México 301 mujeres también fueron víctimas de homicidio doloso, y sólo se reconocieron 57 feminicidios.

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