En respuesta a la creciente crisis de agua en el Valle de Toluca y la zona conurbada de la Ciudad de México, en el bosque de La Marquesa, en el municipio de Ocoyoacac, se instalaron infiltradores hídricos.
Esta iniciativa, liderada por la organización Nación Verde en colaboración con la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque), la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), la comunidad de San Pedro Atlapulco y la iniciativa privada, busca recargar los mantos acuíferos locales y abordar la escasez.
Ante la gravedad de la crisis, no sólo en el Sistema Cutzamala, surge Proyecto Tláloc como una respuesta directa a estos desafíos, buscando contrarrestar los efectos negativos de estas problemáticas mediante la infiltración de agua en el suelo.
¿Qué es el proyecto Tláloc?
Esta iniciativa tiene como objetivo principal filtrar 185 Mega litros de agua (millones de litros) anuales para recargar los acuíferos locales. Se proyecta que estas acciones beneficien no solo a la comunidad de San Pedro Atlapulco, sino también a otras áreas forestales en todo el país.
Además de contribuir a la disponibilidad de agua subterránea, el proyecto Tláloc también busca generar empleo y promover la conservación del suelo y los bosques locales.
Se estima que se crearán alrededor de 3 mil empleos para los comuneros, mientras se promueve la revegetación de la zona y se restaura el equilibrio ambiental.
Compromiso comunitario contra la crisis de agua
Los comuneros de Atlapulco han expresado su compromiso con la conservación de los bosques y el suelo, reconociendo la importancia de esta iniciativa para su comunidad y para la región en su conjunto.
A través de su apoyo y participación activa, están trabajando para enfrentar la crisis de agua y promover la sustentabilidad en la región.
El proyecto Tláloc, financiado por Jugos del Valle, representa un paso significativo hacia un futuro más verde y sostenible. Al abordar la crisis de agua y promover la conservación del medio ambiente, busca la participación de diversos sectores para enfrentarla.
¿Cómo funciona?
Con más de 20 mil terrazas, que soy agujeros en la tierra, en un perímetro de 50 hectáreas, se busca evitar el escurrimiento del agua pluvial. Al caer en este tipo de piscina ambiental, el agua tiene mayores oportunidades de ser infiltrada en los mantos acuíferos y llegar así a los ríos subterráneos.
Así lo explicó Gustavo López Mendoza, director de Conservación y Restauración de Nación Verde a nivel nacional, quien destaca que el proyecto va a extender a otras zonas del país.
Los comuneros de la región con ayuda de Probosque y Conafor comenzaron ya la tarea de colocar las terrazas en puntos estratégicos.
En San Pedro Atlapulco, con ayuda de palas y rastrillos se crearán 20 mil 150 terrazas que podrían captar 6 millones 155 mil 400 litros de agua por evento de lluvia en la zona.