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Injustamente presos: Familias que luchan para mantenerlos

Cuando una persona está en la cárcel, los gastos de su familia incrementan debido a los traslados para las visitas así como a la manutención

Para Fortunata, visitar a su esposo Celestino, quien asegura que está injustamente preso, ha mermado su economía, por lo que vende los bolsos tejidos que él hace tras las rejas para nivelarse.

Desde el penal de Tenango del Valle, Celestino hace seis bolsos a la semana con materiales de plástico, los teje y se los da a su esposa para que los venda, pues con eso mantienen a su hijo.

“Lo acusan por homicidio pero eso fue una trampa, lo balearon en la mano y no se tomó en cuenta, además de que yo no me podía mover porque tengo un niño chiquito, bueno, ahorita tiene 12 años que es el tiempo que él lleva en el penal”.

 

Cada semana, Fortunata sale con las bolsas, pero ingresa con comida, que también genera egresos de su presupuesto, lo que a veces la desanima pues hay ocasiones en que los custodios se la tiran a la basura.

“También le tengo que llevar medicamentos por eso a veces me gasto hasta 800 o mil pesos a la semana, con esto es como vengo cubriendo gastos, vendo cada bolsa en 80 pesos”.

Este jueves, Fortunata se sumó al plantón que las mujeres que luchan por la libertad de los injustamente presos que se mantiene frente a Palacio de Gobierno.

“A él le dieron 47 años y voy a luchar hasta que salga, hasta que lo vea libre”, añadió.

“Pagamos por cada filtro en los penales”

A su lado está Cristina Flores Jacinto, madre de Gilberto Flores, quien -afirma- también está injustamente preso. Ella vende carpetas y manteles pues tras 15 días de plantón, ha tenido que dejar de trabajar y “los gastos no perdonan”.

Explicó que cuando llega al penal a ver su hijo, paga una cantidad variable por pasar comida, a veces 5 pesos, otras hasta 200, cuota que, denunció, depende del custodio que le toque.

Una vez, lamentó, le cobraron 20 pesos porque los tenis con los que iba no pasaban.

“Por cada que filtro que pasamos pues vamos pagando, entonces luego ya le dejamos la comida, pero también a ellos les cobran entonces tenemos que dejarle dinero”.

Cumplen 3 semanas en plantón

Desde el 1 de junio, las esposas, madres y hermanas de los llamados injustamente presos se mantienen afuera de Palacio de Gobierno para exigir que el gobernador Alfredo del Mazo Maza les dé una audiencia y puedan presentarle las pruebas de inocencia de sus familiares.

Pero estar en plantón no es barato, parar de generar ingresos que no sólo les sirven a ellas, les resulta caro.

“Lo trajimos aquí porque por estar en el plantón no hemos podido trabajar bien, entonces tenemos que estar produciendo”, añadió Cristina Flores.

Las mujeres que luchan por la libertad de los injustamente presos son parte del colectivo Haz Valer Mi Libertad, en el que han sumado esfuerzos los familiares e más de 70 personas que, aseguran, son víctimas de una sistema que fabrica culpables.

De estos, 23 cuentan con un dictamen de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México en el que se determinó que hubo tortura y violación al debido procesos en sus casos.

Pero, a tres años de lucha de este movimiento, la llamada Revolución de los Nadie, las respuestas no llegan y los días tras las rejas -físicas o espirituales- aumentan.

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