Este jueves, cientos de personas se dieron cita en la Catedral de San José, en el corazón de Toluca para celebrar el Jueves de Corpus a través de su fe, oraciones y el acto de la comunión, principal acción en este día de júbilo católico; sin embargo, la afluencia fue baja lo que temen, ponga a la tradición en jaque.
En las festividades católicas se marca que, en esta fecha también conocida como Día de las Mulas, la gente habrá de acudir a misa y, afuera de las iglesias y de la Catedral de Toluca, las mulas de palma y madera se convierten en sensación.
¿Por qué se celebra el jueves de Corpus?
En el año 1263, el jueves siguiente al domingo de la Santísima Trinidad, en Bolsena, Italia, un sacerdote que iba a Roma a entender y profundizar sobre la presencia de Cristo en la eucaristía, pidió permiso para celebrar la misa y el ritual eucarístico en la Capilla de Santa Cristina, ahí, el pan sangró.
Desde entonces, se celebra cada año, pues se trata de un acto de fe en el que se palpa que en la eucaristía está presente Cristo, por lo que los fieles acuden cada Jueves de Corpus a las iglesia a recordar el milagro.
«Hoy es un día muy grande. También se celebra la tradición de que, supuestamente, a una mulita la encontraron inclinada ante el santísimo Sacramento del Señor, ese es el relato que nos trae a esta fiesta católica”, explicó Bernardina Hernández, devoto que en sus mejores galas acudió a escuchar misa y bendecir sus mulitas de palma.
Pero la tradición ha cambiado, en los últimos años, la fe católica ha descendido y, con la pandemia, las visitas de miles bajaron en los recintos eclesiásticos, por lo que también se hizo un llamado a renovar la fe en Cristo.
El relato de las mulitas en México señala que un jueves de Corpus, comerciantes que traían frutas desde Veracruz a la Ciudad de México, y el arriero no quiso hincarse, sin embargo las mulas sí.
“Esto no es lo importante, sino celebrar el cuerpo y la sangre de Cristo. Se trata de celebrar y también hacer una obra de caridad”, señalaron los fieles católicos.
Es por ello que hizo un llamado a que no sólo se acuda a la iglesia y se haga una fiesta, sino que realmente se profundice en la reflexión de la eucaristía, para que, en adoración, se agradezca a Dios que haya quedado Jesús como alimento espiritual de los fieles católicos.
Bajas ventas, se pierde la tradición de las mulas
En los atrios de las iglesias, las mulitas sobresalen. Este año los productores, en especial de la zona norte del municipio de Toluca, decidieron hacer mulas más grandes y llamativas, algunas de hasta un Metro de altura, pero poco se vendieron.
“Hay de precios y nos tardamos unos dos o tres meses en hacerlas, pero la tradición ya se perdió, ya cada vez vendemos menos, lo mismo en Domingo de Ramos, ya es poco lo que se vende porque la gente ya no viene a la iglesia”.
Las nuevas generaciones, abundó María, productora de mulitas, se han olvidado de las tradiciones y prefieren ver pantallas que conectar con la espiritualidad.
Pese a ello, al interior de la Catedral de San José, los pequeños vestidos de inditos, llegaron. Recibieron la bendición y se fueron a casa con la promesa de sus padres de mantener la tradición viva.