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Metepec le danza a San Isidro Labrador con Paseo de la Agricultura

La oración es sólo el comienzo de una celebración que regresa a Metepec a sus orígenes agrícolas, después de ésta, la verbena toma protagonismo. Las yuntas, los tractores, las imágenes de San Isidro Labrador, las mojigangas o tlacualeras… Todo se conjuga para dar paso a la festividad más representativa del municipio alfarero.

Este martes, el Paseo de la Agricultura se llevó a cabo por la avenida Estado de México, tras una misa, unas palabras de fe para el Santo patrono de la localidad, los 291 carros alegóricos y 20 yuntas, adornados con retablos hechos con las semillas que buscan que San Isidro convierta en buenas cosechas con un buen temporal, comenzaron su marcha.

Las risas, los colores, las mazorcas, el pan de maíz y el baile no se hicieron esperar. El destallo de sincretismo bañó las calles, como ha sido desde hace más de 200 años con esta tradición que, lejos de estar en riesgo, se ha convertido en rasgo característico de los metepequenses.

“Estamos pidiendo para que las lluvias lleguen, pero que lo hagan sin afectarnos, para que el Sol no desfallezca a los campesinos, porque lo que comemos viene de la tierra y el Santo Labrador todo lo protege, no nos falla, es bueno”, comentó Carlos, quien participó dando rienda suelta a los pasos de baile, este año le tocó ser mojiganga, que no es más que un tributo a las esposas de los campesinos que les llevaban de comer, por eso también se regala el pan de maíz o dulces.

Este año participaron 213 cuadrillas devotas a San Isidro Labrador, con un promedio de 80 participantes cada una. No sólo tomaron las calles para develar su devoción al público, también -desde la fe- para celebrar que ni en pandemia estuvieron desamparados.

“No había mucho, pero había, yo todavía tengo mi milpa y San Isidro no me ha fallado. No tengo mucho, eso lo reconozco, pero lo que tengo lo doy”, añadió Juan, quien participa en el Paseo de la Agricultura desde hace 50 años.

La caravana que destacaba por las semillas y las yuntas avanzó desde Avenida Estado de México hacia 5 de Mayo, dobló en Comonfort, Lerdo, Moctezuma y Clouthier. Llegó a Vicente Guerrero, a Hermenegildo Galeana y a 16 de Septiembre, calles principales, por lo que más de 90 mil personas se sumaron a esta ofrenda al patrono de los campesinos.

El Paseo de la Agricultura sólo ha sido suspendido en tres (en 1913, 1920 y 2020) por emergencias sanitarias, la más reciente la pandemia de covid-19, lo que da muestra de que se trata de una celebración tradicional que ha pasado de generación en generación dentro de los metepequenses.

En este año el consumo de bebidas alcohólicas quedó suspendido por parte de las autoridades, a fin de evitar disturbios en las calles de Metepec, lo que hasta el último corte permitió que el saldo fuera blanco y la ley seca fue efectiva hasta el último minuto de este 30 mayo.

Conforme las cuadrillas pasan, la fiesta se enciende. Grandes y chicos, algunos que nunca habían visto una yunta, se maravillan con los participantes, con sus diseños, con su devoción.

Vendrán otros Paseos, señalaron, pero el primero nunca de olvida.

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