Este martes, las calles de Metepec se llenaron de vida y esperanza con el tradicional Paseo de San Isidro. Los bailes a manera de plegaria resonaron mientras la comunidad celebraba al santo patrono de los agricultores, San Isidro Labrador.
Este evento anual cobró una importancia especial este año debido a la severa sequía que afecta a la región.
Miles de personas se reunieron para presenciar el desfile en honor a San Isidro Labrador. Esta tradición, que tiene más de 200 años, destaca por la presencia de mazorcas, pan de maíz y baile, elementos que simbolizan la devoción y el fervor de la comunidad.
Devoción en el Paseo de San Isidro
En el Paseo de San Isidro de este año, participaron 134 cuadrillas devotas a San Isidro Labrador, cada una con un promedio de 80 integrantes. Estas cuadrillas no solo desfilaron para mostrar su devoción, sino también para rogar por lluvias en medio de una sequía que amenaza las cosechas locales.
La comunidad se unió en una plegaria colectiva, esperando la bendición del santo patrono.
Jesús Ruiz, quien ha participado en el Paseo de San Isidro durante más de 32 años, comentó que es un honor para él participar y perpetuar las tradiciones de su familia.
“Festejamos a San Isidro Labrador, que es el patrón de la agricultura y nos provee la lluvia ahorita que se necesita».
Entre los carros alegóricos y las oraciones, destacaron las tlacualeras, hombres vestidos de mujer que rinden homenaje a las esposas de los campesinos. Estos personajes, junto con los chinelos y arrieros, danzaron fervientemente, cada paso siendo una oración para que las lluvias lleguen pronto.
Una tradición que resiste la urbanización
A pesar de que Metepec ha perdido gran parte de su vocación agrícola, la comunidad mantiene vivas sus tradiciones. Este año, el Paseo de San Isidro contó con más de 300 carros alegóricos y 14 yuntas, demostrando la importancia de esta festividad.
El Ayuntamiento de Metepec informó que aproximadamente 20 mil personas, entre participantes y visitantes, asistieron al evento, subrayando la relevancia de esta celebración para la comunidad local.
El Paseo de San Isidro no es solo una procesión; es un recordatorio de los orígenes agrícolas de Metepec. Después de las oraciones, la verbena se convierte en el centro de la festividad.
Las yuntas, tractores, imágenes de San Isidro Labrador y mojigangas o tlacualeras se combinan para dar vida a la celebración más emblemática del municipio.
Cabe destacar que el tradicional Paseo de San Isidro solo se ha suspendido en tres ocasiones: 1913, 1920 y 2020, todas debido a crisis sanitarias. Esta resiliencia refleja el profundo compromiso de la comunidad con sus tradiciones y su esperanza de que, con la ayuda de San Isidro Labrador, las lluvias volverán a bendecir sus tierras.