El bordo de San Jerónimo, ubicado en la carretera Toluca-Palmillas, se convirtió en un santuario que desde hace dos años recibe a pelícanos americanos, garzas y otras aves migratorias, durante el invierno. No obstante, en la última semana, se ha registrado que decenas de patos mueren por la contaminación del cuerpo de agua.
Botellas de plástico y vidrio, bolsas, platos de unicel y hasta llantas, flotan en las orillas de un bordo cuyo hedor revela que también recibe aguas negras.
“Ya huele muy mal, está muy descuidado, da tristeza, de verdad que da tristeza porque aquí la gente se viene en fines de semana y dejan toda su basura, hay enlaces de cervezas por todos lados. A nadie le importa”.
La lama, el lirio, la basura, se convierten en trampas en las que los patos quedan atorados y la contaminación también ha aniquilado a una que otra garza.
Los cadáveres de peces también se suman a la escena en la que se devela el abandono del bordo de San Jerónimo, ubicado en las inmediaciones de la delegación de San Pablo Autopan al norte de Toluca.
Se convirtió en santuario de pelícanos
Durante 2020, asociaciones civiles se dedicaron al rescate Bordo de San Gerónimo, ubicado en las inmediaciones del mercado de Palmillas, pues con la sequía de este año la realidad de sus aguas emergió. Cadáveres de animales, llantas y basura por toneladas ya eran parte de su ecosistema.
Al año siguiente, el cuidado reveló que la naturaleza se regenera si no se le ataca constantemente, por lo que en la Laguna se veían animales como el acocil, al axoloje, la carpa barrigona, la carpa Israel asñi como a la culebra de agua, lagartijas, además de plantas como la lentejilla.
En 2021, llegaron las primeras parvadas de pelícanos, también de patos peregrinos y azules, así como el granero que es nativo de México, sumadas a garzas y gallinitas de agua.
Este 2023, el panorama es distintos, las aguas verduscas, la basura ganando terreno y el descuido, ahora convirtieron al bordo en un cementerio de patos.
“Están por toda la orilla, vimos uno que estaba como atascado, lo liberamos y nadó unos metros, pero se veía que estaba agonizando. No sabemos cuántos días estuvo ahí atorado porque murió a los pocos minutos, rendido”.
Los vecinos de la zona lanzaron un exhorto a las autoridades para que se apliquen las multas estipuladas en el bando municipal a quienes tiren basura, en especial a que se haga el rescate de este bordo de San Jerónimo que se convirtió en un santuario de pelícanos, antes de que comience la temporada invernal.
Hasta el momento no han emitido un posicionamiento las autoridades locales ni las estatales.