Los préstamos de gota a gota se han popularizado en el Valle de Toluca lo que ha permitido la proliferación de bandas, en especial de personas colombianas, que usan métodos extorsivos y de violencia para el cobro.
En Ocoyoacac, el gobierno municipal ha logrado, a través de la deportación, que 30 colombianos regresen a su país de origen; sin embargo, la desarticulación de las bandas se complica por la alta rotación de sus integrantes.
Samuel Verdeja, alcalde de Ocoyoacac, reconoció que quienes caen en este tipo de préstamos lo hacen por necesidad sin anteponer su seguridad ni la de sus familias.
“Estás empeñando tu libertad por una salida momentánea, te dan mil y terminas pagando 100 mil, y menos con violencia”, destacó el presidente municipal.
Por las calles de este municipio, los anuncios de préstamos sin aval ni revisión al Buró de Crédito se cuentan por decenas, incluso la publicidad de boca en boca genera que los prestamistas colombianos continúen operando.
¿Qué es el préstamo de gota a gota?
Son préstamos informales ofrecidos por personas particulares, que brindan a la persona que hace la solicitud, cierta cantidad de dinero para cubrir una necesidad de consumo urgente. Este tipo de préstamos no requiere ningún estudio de crédito previo por parte del prestamista.
Los préstamos gota a gota se utilizan con mucha frecuencia en Colombia, ya que normalmente se prestan pequeñas cantidades de dinero, las cuales se cobran en períodos inferiores a un mes, aliviando así las necesidades inmediatas de quien solicita el crédito.
Pero, debido a que estos préstamos no están regulados por ninguna entidad financiera y muchos menos por las autoridades, los métodos de cobranza son violentos.
“Llegaron a mi casa y me pidieron el pago con los intereses, les dije que más tarde pagaría y quedaron en volver por la noche. Todo el día me estuvieron mandando mensajes de que me iban a matar, que sabían dónde estudia mi hija”, así lo revela “Antonia”, a quien se le cambió el nombre por cuestiones de seguridad.
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Señaló que pidió 3 mil pesos prestados a dos sujetos colombianos, quienes en un principio se mostraron accesibles y amables, pero conforme se acercaba la fecha de pago, eran más hostiles.
“Me dieron dos semanas para pagarlos, estaba esperando la quincena y me mandaban mensajes diario, les terminé pagando 10 mil pesos por miedo, pero nunca denuncié porque saben dónde vivo”.
Deportación antes de proceso penal
Debido a que no siempre las víctimas deciden realizar una denuncia formal, en Ocoyoacac decidieron que la deportación sería más fácil en cuanto a bandas de colombianos.
Esto con la finalidad de evitar que los vacíos legales les permitan continuar en libertad a quienes generan los cobros extorsivos y violentos, por lo que la policía municipal los entregan directo del Instituto Nacional de Migración (INM), pues no cuentan con documentos para acreditar su estancia en el país.
Entre 2022 y lo que va de 2024 se ha logrado la expulsión del país de, al menos 30 colombianos quienes, presuntamente, formaban parte de las bandas de préstamos gota a gota.
“Tenemos operativos permanentes, hace unos días detuvimos a uno y seguimos, no les vamos a dar tregua; pero siguen llegando. Traen un modus operandi muy especial y hay rotación”, añadió Samuel Verdeja, alcalde de Ocoyoacac.
Préstamos por necesidad
Datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defesa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) señalan que, desde hace cuatro años -a raíz de la pandemia de Covid-, surgió este método de extorsión que consiste en préstamos aparentemente fáciles para quienes carecen de ingresos o tienen un mal historial crediticio; sin embargo, debido a los altos intereses, los pagos se complican.
La solicitud de este tipo de préstamos personales ha aumentado en este año, señala la Condusef, y los montos solicitados comúnmente van de los 500 hasta los 2 mil pesos, con intereses que van desde el 10% hasta un 40%.