Emocionadas y arregladas como princesas, 17 quinceañeras de San Mateo Atenco que por conflictos económicos y familiares no habían podido festejar, llegaron al Tren Interurbano “El Insurgente” para celebrar que la vida apenas comienza para ellas.
Nerviosas, las jóvenes reconocieron que diversos factores las llevaron a sumarse a la convocatoria que la asociación Orgullo Zapatero lanzó para poder regalarle el festejo a quinceañeras del municipio de San Mateo Atenco que no contaran con los recursos para hacerlo o bien, vivieran en situaciones de violencia.
Llegaron a la estación Lerma al filo de las 18:00 horas de este lunes para la sesión de fotos y así demostrar que la ilusión puede sanar corazones.
“Me siento emocionada, muy contenta, muy alegre por cumplir este sueño. Sí iba a hacer mi fiesta de XV, pero ya no se pudo por problemas en casa”, comentó Luz Belem.
Maravilladas por sus vestidos, sus maquillajes y la fiesta que les organizaron, las sonrisas demostraban que para muchas jóvenes, ser quinceañeras aún es una ilusión.
Les regalan festejo a quinceañeras en el Tren Interurbano
Jorge Bobadilla, presidente de la asociación Orgullo Zapatero de San Mateo Atenco, señaló que si bien la principal función de la organización que preside es difundir el trabajo de los artesanos de zapatos y accesorios, pero se dieron la oportunidad de demostrar con este celebración de quinceañeras su responsabilidad social.
“No somos tan asistencialistas, lo que quisimos fue juntar el sueño de varias jovencitas que no habían tenido la oportunidad de tener sus XV años, emitimos una convocatoria, se nos llenó el mismo día y decidimos hacerle su fiesta a 17 quinceañeras con todo, ceremonia religiosa, vestidos, maquillaje, peinado y lo que es el banquete”.
Explicó que las seleccionadas viven en medio de una serie de problemáticas en casa y financieras, por lo que se cumplió la misión al verlas sonreír y disfrutar el viaje y la sesión de fotos en el Tren Interurbano “El Insurgente”.
Te puede interesar: Viaje a ciegas en El Insurgente, un llamado a la inclusión
“Son quinceañeras que tienen situaciones complicadas en sus familias, no quisimos revictimizarlas por lo que guardamos mucho ese tema, pero con base en sus historias, decidimos apoyarlas, siempre muy respetuoso y por la alegría de dar”.
Mientras las quinceañeras posaban y practicaban para el vals, sus vestidos con crinolinas las distinguían. Esta noche no hubo caras tristes y tampoco historias de víctimas que contar, fueron princesas de un cuento en el que, de la mano de los artesanos, lograron dejar de lado sus preocupaciones y miedos para poder disfrutar de una fiesta, de un vestido, de un tocado y una tiara que les recordó que pueden conquistar sus sueños.
