Las redadas migratorias en EE.UU. volvieron a encender la tensión social y política en California luego de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) difundiera los nombres de 11 personas arrestadas en Los Ángeles, entre ellas seis ciudadanos mexicanos con antecedentes penales graves.
En una publicación en redes sociales, el DHS aseguró que “los valientes oficiales del ICE están eliminando lo peor de lo peor de las calles de Los Ángeles”, al referirse a los operativos del 7 de junio.
Entre los detenidos figuran Francisco Sánchez Argüello, acusado de posesión de armas; Lionel Sánchez Laguna, con múltiples antecedentes por violencia y uso de armas; y Armando Ordaz, con cargos previos por agresión sexual.

La lista también incluye a Victor Mendoza Aguilar, Delfino Aguilar Martínez y Jesús Alan Hernández Morales, todos de origen mexicano, con delitos como asalto con arma mortal, posesión de drogas y tráfico de personas.
Protestas por redadas migratorias en EE.UU. culminan con violencia
Al día siguiente de las detenciones, miles de personas protestaron frente al Centro de Detención Metropolitano de Los Ángeles. La manifestación escaló en violencia cuando efectivos de la Guardia Nacional —desplegados por orden del presidente Donald Trump— utilizaron gases lacrimógenos contra la multitud. Videos muestran el avance de los soldados con escudos y armas disuasivas, aunque no está claro qué agencia federal ejecutó el operativo ni qué lo detonó.
El despliegue de más de 300 elementos de la Guardia Nacional ocurrió sin el consentimiento del gobernador Gavin Newsom, quien calificó la decisión de “reacción exagerada” y recordó que un acto similar no ocurría desde 1965. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también condenó las tácticas migratorias como una “forma de sembrar terror” entre las comunidades latinas.
Democracia bajo presión: líderes denuncian represión
Durante las protestas fue detenido y lesionado David Huerta, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, lo que intensificó las críticas de líderes demócratas como el congresista Derek Tran, quien consideró el uso de la fuerza como “una violación a la Primera Enmienda”.
Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió que el gobierno podría enviar marines si continúan las manifestaciones violentas. El senador Bernie Sanders respondió calificando la estrategia como un paso más hacia el “autoritarismo”.
Las redadas migratorias en EE.UU. ya acumulan más de 100 detenciones en una semana, incluyendo casos como el operativo en el restaurante Buona Forchetta de San Diego, donde agentes enmascarados arrestaron a cuatro personas usando granadas de aturdimiento, en un operativo que los demócratas calificaron como excesivo y peligroso.