Ejidatarios de los municipios de Ocuilan, Huixquilucan y Ocoyoacac arrancaron una caravana hacia Palacio de Gobierno federal, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, para exhibir que, en la lucha contra la tala clandestina, poco se ha hecho.
Reunidos en el Parque Nacional La Marquesa, los ejidatarios señalaron que son 13 comunidades las que se unieron a alzar la voz para que el mensaje llegue fuerte y claro a oídos del Presidente Andrés Manuel López Obrador: El Edomex se está quedando sin bosques.
Alfredo Reyes Mejía, representante del pueblo originario de San Lorenzo Acopilco, ubicado en Huixquilucan, lamentó que la tala clandestina y su aumento en años recientes bloquean la obtención de oxígeno y agua para las zonas de la Ciudad de México, Toluca y Cuernavaca.
“Estamos protestando porque las instancias, en las cuales creemos que es donde se deben de resolver estos problemas de la tala inmoderada, lejos de hacer su trabajo, están haciendo caso omiso mientras los taladores, los que venden terrenos dentro de las áreas verdes siguen y siguen”.
Acusó que quienes hacen el aprovechamiento ilegal están cobijados, dijo, por autoridades de los tres niveles de gobierno por lo que la corrupción ha dejado ya una mancha de deforestación en los bosques otomíes.
El líder de los ejidatarios de Huixquilucan denunció que desde 2014 han emprendido una lucha contra la tala clandestina sin que las reuniones que sostienen con el gobierno federal tengan efecto para reducir los índices de criminalidad ambiental e impunidad.
La tala, apuntaron los ejidatarios, no solamente es para vender la madera sino para lotificar terrenos en áreas naturales protegidas, en especial en Huixquilucan, por lo que exigen la intervención del Presidente Andrés Manuel López Obrador para el rescate de los bosques.