Subirse a un autobús, bajarse solas y caminar hacia sus lugares de trabajo o de regreso a sus hogares, es un riesgo para las mujeres que trabajan en las zonas industriales del Valle de Toluca, una zona en la que 60% de las trabajadoras se reconocen víctimas de violencia en las calles.
Lo anterior se determinó a través de un estudio impulsado por el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (COMECyT) en colaboración con investigadoras en torno a la visión de violencia que viven más de 830 empleadas de los parques industriales Toluca 2000, Exportec y Parque Inn.
“El mayo índice de violencia, el que sufren, hablando e violencia sexual, sobre todo hablando de acoso, de piropos, morboseos e incluso tocamientos y violaciones que han sufrido algunas de ellas en los tránsitos de sus casas al lugar y del lugar a sus casas”.
Yuritzi Castañeda Ulloa, investigadora líder del proyecto
La investigadora señaló que, aunque hay pocas denuncias respecto a la violencia de género en la calles, sí se han reportado a las autoridades las violaciones; sin embargo, debido a la falta de mecanismos de perspectiva de género en los ministerios públicos,
La violencia contra trabajadoras en sus casas
El estudio presentado por el COMECyT y el Patronato de Empresarios del Estado de México, también revela que la violencia en casa continúa como una amenaza latente en contra de las mujeres pese a que cuentan con ingresos fijos y son trabajadoras.
“Logramos identificar que son los hombres de los hogares los que ejercen el mayor número de violencia, empezando por la pareja, seguido por los padres y seguido después por los hermanos e hijos, entonces, sigue siento esta figura masculina la que sigue violentando a las mujeres”.
Yuritzi Castañeda Ulloa, investigadora líder del proyecto
Señaló que a través del levantamiento de encuestas y entrevistas, detectaron que además de la violencia física, también está presente la económica, la vicaria y la psicológica, pues aunque ganan su propio dinero, no tienen control sobre éste.
“Desafortunadamente no sólo estamos hablando de violencia física como empujones, golpes, jaloneos, sino también logramos identificar tanto violencia económica, que las mujeres ya pueden identificar que ellas no pueden gastar su salario de forma libre”.
Destacó que la mayoría de las encuestadas no distingue con claridad escenarios de violencia más allá de una vulneración física, pero que detectaron que en 9% de los casos las colaboradoras refieren que su pareja revisa su celular, 8% reconoce les controlan sus amistades o cirulo social; 14% ha sido víctima de amenazas y 4% de los casos no tiene control sobre sus gastos e ingresos.
Ante ello, María de Lourdes Medina, presidenta del Patronato de Empresarios del Estado de México, reconoció que el muestreo de las violencia que sufren las mujeres que trabajan en las zonas industriales servirá no sólo para tener los mapas de calor sino para proponer políticas públicas que incidan directamente en un cambio de condiciones para quienes no sólo salen de sus hogares a buscar un ingreso, sino que tienen derecho a vivir una vida libre de violencia.
Lo anterior se integrará como parte de una segunda etapa de la investigación en los parques industriales del Valle de Toluca, en la que además de apoyo institucional, buscarán crear mecanismos de seguridad dentro de las zonas industriales con la finalidad de abatir la violencia de género al interior de éstos.