Pasaron dos meses y dos días para que las instalaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de la unidad Lerma fueran liberadas. El 10 de marzo la colectiva universitaria decidió irse a paro como acto de sororidad con una de sus compañeras de Cuajimalpa, en la Ciudad de México, pues en ese campus las autoridades fallaron en favor de un agresor sexual; sin embargo, en el Edomex, también encontraron casos impunes.
Hace 62 días, las paristas decidieron tomar las instalaciones y comenzar a trabajar en un pliego petitorio que permitiera no sólo echar luz sobre las problemáticas en materia de violencia de género, inseguridad y temas académicas, sino también trabajar en las soluciones.
En total, son 79 compromisos los que se adquirieron por parte de la dirección de la unidad Lerma, entre ellos la creación de un departamento encabezado por una mujer con formación en políticas de género para atender a las víctimas de violencia.
“Durante el paro hicimos tendederos, había más de 50 denuncias, incluso nos llegaron casos de egresadas, casos que quedaron impunes porque no hubo interés en investigarlos. Por eso hicimos el paro”, comentó Milanesa, una de las paristas.
Al interior del campus, la iconoclasia es muestra de la rabia que llevó a las estudiantes de distintas carreras a tomar la decisión de parar sus estudios.
“Paramos por la justicia, por la seguridad de todas, de todos, no fue fácil. Lerma es un municipio muy propenso a la violencia y con un clima muy traicionero. Nos íbamos turnando para quedarnos en el campus, dos o tres días, la verdad es que queremos agradecer a todos los que nos apoyaron con víveres o con venir a darse una vuelta para ver cómo estábamos”, añadió “Italika”.
Entregaron las llaves
Con la bandera morada aún colgada en las rejas, las paristas comenzaron a recoger sus pertenencias, a cantar porque iban – por fin—a descansar a sus hogares.
“Yo soy la morra de la UAM que está aquí porque no se conforma, estoy cansada de callar, a la UAM tomaré. Existo y resisto desde mi unidad, esa que nadie voltea a mirar. Ahora el fuego recorre las aulas”, entonaron las integrantes de la colectiva con sus consignas ondeando por los pasillos.
Alrededor de las 13:30 horas se reunieron con las autoridades, escucharon que tienen el firme compromiso de comenzar a trabajar en los acuerdos a partir del próximo lunes, pues si bien esta semana se terminó el paro y reanudaron las actividades a distancia, en especial para dar tiempo a los y las foráneas de llegar a tiempo, será el 15 de mayo cuando se reactiven las clases presenciales.
“Que se termine el paro no significa que esto haya acabado, sabemos que la violencia no se acaba aquí, pero que lo sepan, ya no nos vamos a callar y continuaremos vigilando que no haya una víctima más sin ser atendida”, apuntó Milanesa.
Tras la reunión, se recogió todo, en el campus sólo quedaron las consignas pintadas en las paredes como testigos de una lucha por la equidad y el derecho a una vida libre de violencia que, aseguraron las ahora exparistas, apenas comienza.