Cansados de vivir con escasez de agua, más de 500 vecinos de la comunidad de La Magdalena, perteneciente a Huixquilucan, se manifestaron frente al Palacio de Gobierno, en Toluca, para denunciar que la situación es provocada por la depredación de los bosques.
En ese sentido, explicasen que la deforestación descontrolada en áreas boscosas, a raíz de la construcción de la carretera Toluca-Naucalpan, está afectando gravemente a los manantiales, exacerbando la crisis hídrica en la región.
Para atender las necesidades de las comunidades de Huixquilucan, dijeron, es urgente perforar un pozo para abastecer de agua así como la intervención de los tres niveles de gobierno para evitar la tala en el bosque Otomí, considerado bosque de agua.
Además, recriminaron que se les ha dejado prácticamente solos para atender los incendios forestales.
Señalan que cumplen con todos los requisitos para el pozo, pero aún no lo han aprobado.
Denuncian acaparamiento de agua en Huixquilucan
Los manifestantes recriminaron que el complejo Bosque Real consume grandes cantidades de agua para sus lujos, mientras las comunidades aledañas sufren escasez.
La situación en Huixquilucan se ha agravado en los últimos dos años, con el acceso al agua cada vez más limitado para los habitantes.
“El bosque está enfermo, primero por la inmobiliarias y luego que le han estado prendiendo fuego por la maldad. Tenemos estudios técnicos, pero no hay quién nos haga caso”.
La falta de respuesta de las autoridades, reclaman, afecta a aproximadamente 30 mil personas y disminuye significativamente su calidad de vida.
Lo anterior porque, con la construcción de la Toluca-Naucalpan, dijeron, no se realizaron medidas de mitigación por lo que exigen que el gobierno estatal realice obras en beneficio de las comunidades y no sólo se beneficie a grandes proyectos inmobiliarios.