La cuesta de enero es tradicionalmente difícil, pero este 2024 se conjugó con factores como las heladas y la inseguridad, por lo que los productos de la Canasta Básica, como las verduras y los cárnicos, han aumentado su precio y los consumidores han dejado de comprarlos o llevan poco.
Para Claudia, tener 100 pesos para comer en un día es “hacer milagros”. Se acercó a comprar jitomate y cebolla, pero se fue con las manos vacías; simplemente salía de su presupuesto.
“Vine a ver para qué me alcanzaba, sólo tengo 100 pesos, no me alcanza para nada porque no completo para lo que necesito para una comida completa, no podría comprar ni siquiera pollo porque un kilo está en 120, voy a comprar nopales y sopa”.
En general, se preveía un aumento de 33 pesos en promedio para la canasta básica, de acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes; sin embargo, este miércoles, nuevos aumentos llegaron.
Jitomate, por las nubes en la cuesta de enero
De acuerdo con comerciantes, los productos más afectados son el jitomate saladet, que por kilo se vende entre 56 y 65 pesos, dependiendo de la calidad; también la cebolla, el tomate verde y los nopales, estos últimos cotizados en 4 pesos por pieza.
Fortunato Remigio Fermín, comerciante de verduras en el Mercado Morelos, reconoció que la cuesta les ha pegado como comerciantes porque las ventas están bajas, pero a sus clientes más porque se trata de productos indispensables.
“Lo que pasa también es que no ha entrado mucha mercancía de Sinaloa, cuando entra se estabilizan los precios, pero ahorita como no está entrando de allá, está un poco caro y también influye mucho la época invernal, las heladas”.
Afectada toda la canasta básica
En promedio el jitomate está en 56 pesos por kilo, el bola en 62 pesos mientras que el verde en 38 y el manzano a 40 pesos. La cebolla por kilo se vende en 46 pesos, el limón entre 30 y 36. Incluso los espárragos doblaron su precio y se cotizan en 360 pesos por kilo.
“Hoy se elevó bastantísimo; la clientela en vez de que venga por kilos completos, viene por piezas nada más. Los que llevaban diario para comida y cena, se lo están llevando para su comidilla nada más”, añadió Edwin Renato, otro comerciante de verduras.
La alternativa es comprar papa, zanahoria, lechuga y pepino, aunque el jitomate y la cebolla son la base de la comida mexicana.
Cambian de hábitos los compradores
Justamente los precios han cambiado los hábitos de consumo de la población, pues si bien se prepararon para la cuesta de enero, no imaginaron que estuviera tan difícil.
Incluso hay quienes han optado por dejar de comprar carne de res desde hace más de un año, consumir carne de puerco o pollo una vez a la semana; y el pescado, cuando es día de quincena.
En el Mercado Morelos, ubicado en Toluca, los consumidores por lo regular compran para satisfacer las necesidades de un día y ya no para toda la semana.
“Todo carísimo, los sueldos bien bajos y todo muy caro, no alcanza para comer”, reconoció Virginia, quien lamentó que cada vez compra menos y come menos para que le rinda a su familia.
Para Laura, quien había prometido comer más verduras y en casa, señaló que bajar de peso le va a salir más caro que unos tacos.
“Quería hacer dieta, pero no me alcanza, de los tacos me gasto 40 pesos, 60 si tengo mucha hambre, con eso apenas puedo comprar un kilo de jitomate y no hablemos de los otros ingredientes de una comida… está difícil”.
No bajarán los precios pronto de la canasta básica
Si bien es normal que se encarezca la comida en invierno, la cuesta de enero podría extenderse hasta febrero, así lo temen los comerciantes.
“Sí va a estar difícil y quién sabe febrero cómo se va a poner también, porque ahorita está helando y lloviendo, no sabemos cómo; se puede poner peor, sí no decimos ‘ya se va a estabilizar en tan fecha’, porque pues no sabemos”, comentó Fortunato.
El año pasado, la canasta básica cerró con 4.30% de inflación, pero la escalada de precios de esta segunda semana de enero, dejará un fuerte estrago en la economía de quienes ganan igual o menos que el salario mínimo.
Pollo, entre la inflación y la inseguridad
Otro de los productos que también aumentó de precio esta semana es el pollo, pero si bien está afectado por la inflación general, los comerciantes reconocen que la inseguridad que rodea a los rastros y el cobro de extorsiones a los productores y distribuidores, elevan el costo y afectan al consumidor final.
Por ello lanzaron un llamado a las autoridades para detener este fenómeno que lacera a toda la cadena de producción.
“Afecta mucho el precio, con todo esto, yo creo que va más para arriba, como se ve, va para arriba, pero espero que se mantenga el precio, esperemos que haya seguridad en ese sentido. Sí afecta la cadena, de lo que es la pollería sí afecta la cadena”, señaló un vendedor.
En el Valle de Toluca, comerciantes de pollo han denunciado que La Familia Michoacana cobra extorsiones a los rastros, e incluso tienen que comprar a productores específicos como parte de la extorsión, mismos que dan el pollo a sobreprecio.