Despreciado, rifado, abandonado y ¡por fin! Vendido… te compartimos algunos datos curiosos del avión presidencial.
Su nombre oficial es José María Morelos y Pavón, y es un Boeing 787 Dreamliner. Si bien lo compró Felipe Calderón cuando era presidente, debido a los acabados, se entregó en 2016, así que lo estrenó Enrique Peña Nieto.
Su primer vuelo oficial se realizó desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional de Hermosillo, Sonora.
Costó 110 millones de dólares y por eso tardó tanto en salir, ya que Andrés Manuel López Obrador no le quiso bajar nadita en precio… bueno, Argentina quería comprarlo por 30 millones.
Durante el sexenio de AMLO quiso que en él viajaran los atletas olímpicos al evento de Tokio, pero le dijeron “no, gracias, a la vuelta”.
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Está configurado para transportar a sólo 80 personas y tiene una suite presidencial completa con baño privado.
La venta del avión presidencial
El presidente le propuso a Joe Biden, su homólogo de Estados Unidos, “cambiar” el avión presidencial mexicano por aviones y helicópteros dedicados al socorro en caso de desastres naturales, pero nunca le dijo que sí.
El avión presidencial fue rifado a través de un sorteo de la Lotería Nacional, que entregaría 100 premios de 20 millones de pesos cada uno. Ganaron 100 números, aunque dicen que no han recibido los recursos que se iban a destinar -en su mayoría- a mantenimiento de escuelas y hospitales.
Ya está vendido el avión presidencial
El Gobierno de México informó la venta del avión presidencial a la República de Tayikistán, país ubicado en Asia Central, en alrededor de 92 millones de dólares.
Este precio cumple con el avalúo realizado por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN).
Los recursos, se anunció, serán destinados para construir hospitales del Bienestar en Tlapan, Guerrero, y en Tuxtepec, Oaxaca, dos de las zonas más pobres de México.