Lo que una vez fue un atractivo turístico y la promesa de abastecimiento de agua para el Valle de México, hoy es una presa en agonía. Ubicada en el municipio de Villa Victoria, la presa que forma parte del Sistema Cutzamala enfrenta sus niveles más bajos desde 1992.
La presa Villa Victoria, inició operaciones de abasto de agua en 1982, sin embargo, su historia se remonta a 1944 cuando se inaugura como parte del Sistema Hidroeléctrico Miguel Alemán y donde se inunda un gran valle afectando las tierras de cultivo de 15 ejidos.
Desde entonces los vecinos enfrentan la dualidad, pues la comunidad mazahua asentada en las inmediaciones luchan contra el desabasto.
Debido a que el agua es insuficiente en sus casas, bajan a lavar a la presa, toman la piedra más grande como apoyo y comienzan a tallar, aunque en los últimos años el camino a la orilla del agua se ha alargado, pues ésta se ha recorrido más de 30 metros.
“Sí ha bajado el agua, a nosotros nos afecta que a veces no tenemos agua y pues la laguna se va secando y sí nos toca largo para venir a lavar y así”, comentó Beatriz mientras caminaba por debajo de lo que solía ser un puente para un arroyo, mismo que actualmente se ha reducido a un paso peatonal.
El bajo nivel del agua también revela otro problema: la contaminación. Llantas, botellas, bolsas, se alejan de de la mancha verduzca de la orilla.
Con 21.7 por ciento de su capacidad, la presa de Villa Victoria es la más afectada del Sistema Cutzamala, mismo que se prevé tiene sólo ocho meses de servicio para los habitantes del Valle de México.
“Es feo porque a veces la gente se queja de que ya no hay agua o luego estamos pensando que ya se va secar el agua y pues sí es lo que nos afecta a nosotros”.
En esta presa, las actividades son como en cualquier cuerpo de agua que se presume limpio, hay pesca, hay embarcaderos y las jefas de familia llegan a lavar.
Pero éstas también están afectadas con la sequía que ha asolado a la región desde 2017, pues de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), de cada 10 gotas e lluvia que caían hace 10 años, actualmente llegan tres, lo que ha complicado el reabastecimiento de un sistema que “hidrata” a la zona centro del país.
Crisis de agua para los vecinos de la presa
La dualidad en Villa Victoria se hace presente, cientos viven alrededor de una presa en crisis y no tienen una toma directa, y si la tienen, el agua es insuficiente.
“Tenemos tomas algunos, pero no siempre llega la presión. Ahora, no todos tienen así que algunos vecinos todavía vienen con sus tambos y llevan a sus casas para poder lavar, bañarse. La vida es simple aquí”.
Aunque la sequía que asola a la región, reconoció Beatriz, se ha agudizado. Es por ello que esperan que la temporada de lluvias ayude a aliviar la sequía, que la orilla recupere los más de 30 metros que ha perdido y que la escasez deje de sacar a flote la basura que revela una falta de cuidado del agua por parte de ciudadanos y autoridades.
De acuerdo con la CONAGUA, el Sistema Cutzamala, que abastece 33 por ciento de agua que se utiliza en el Valle de México, se encuentra a 37.4 por ciento de almacenamiento, esto es 23 por ciento por debajo del promedio a la fecha, el nivel más bajo desde 1996.
El último reporte indica que en el Cutzamala se mantiene déficit de lluvias.
En el embalse El Bosque el déficit de precipitación pluvial en lo que va del mes, es de 90 por ciento; en Valle de Bravo, el déficit es de 37 por ciento, y en Villa Victoria es de 47 por ciento.
Aunque se prevé que el punto máximo de la sequía por la temporada de estiaje ya pasó, el sistema hídrico no ha recuperado sus niveles, al contrario, continúan a la baja; sin embargo, se espera que, por el fenómeno de El Niño, las lluvias aumenten significativamente y que el Cutzamala se recupere entre junio y septiembre.