Julio César González Sánchez, desapareció el 6 septiembre de 2021 en el municipio de Zinacantepec, su madre lo busca desde entonces; sin embargo, denunció irregularidades en el nuevo censo de desaparecidos que lleva a cabo el gobierno federal.
La nueva Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada de Personas Desaparecidas ha develado que el nuevo censo ordenado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene fallas de origen.
La madre de Julio César, Félix Chaparrita, denunció en Toluca que los funcionarios a cargo de contrastar los datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) no están capacitados e incluso tienen datos erróneos de los desaparecidos.
Desde nombres incompletos, fechas equivocadas, falta de capacitación en materia de derechos humanos, registros duplicados y hasta señalamientos de que “muchos ya estaban localizados”, es lo que pasan ahora las familias de miles de desaparecidos en el país.
“Nunca se presentaron, nunca dijeron cómo se llamaban, nada más dijeron que venían haciendo el censo. Mi hijo desapareció el 6 de septiembre de 2021, en su registro viene que fue el 16 de junio de 2022. Me dijeron que ellos estaban haciendo el censo porque la Fiscalía no hace nada, pero vienen mal las carpetas”.
El nuevo censo de desaparecidos
Aunque se había anunciado que el nuevo censo de desaparecidos que integra la Estrategia Nacional, fue de mayo a diciembre de 2023, las visitas casa por casa de los familiares de quienes no han sido encontrados, continúa.
Se trata de comparar la información integrada al RNPDNO con bases de datos administrativas (programas sociales, vacunación por covid, Registro Nacional de Población, IMSS) para encontrar indicios de vida posteriores a la fecha de desaparición de una persona.
A este metodología se sumó la visita de casa por casa y llamadas telefónicas, por lo que el gobierno federal dijo que había localizado a 16 mil 681 personas, 15 por ciento de las 110 mil 964 desapariciones registradas hasta el pasado agosto.
Pero la estrategia continúa, señaló Félix Chaparrita, quien lamentó que, además, no están capacitadas las personas a cargo del censo para tratar con quienes viven el infierno de la desaparición.
El caso de Julio César
Julio salió de su casa en la comunidad de San Juan de las Huertas, del municipio de Zinacantepec. Le dijo a su madre que regresaría, pero ya no lo hizo. Su caso está catalogado como como desaparición forzada.
Se presume que a Julio lo desaparecieron integrantes de un grupo del crimen organizado. La última vez que lo vieron estaba en una casa donde se consumían distintos tipos de drogas. Después, nada.
“Mi hijo ya no tiene amigos ni conocidos. Yo ya no tengo familia, nadie me acompaña. Siempre me van a ver sola buscando a mi hijo, desgraciadamente mi esposo no puede acompañarme porque tiene que trabajar. Yo era taxista, tuve que dejarlo”.
Junto a Julio desapareció una joven, pero por ella no hay denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
Temen que se den carpetazos a desapariciones
Pese a que en abril de 2022 le llamaron para entregarle el supuesto cuerpo de Julio, Félix Chaparrita recriminó que intentaron darle carpetazo al caso, porque la confronta genérica descartó que el cadáver fuera de su hijo.
Ahora con el nuevo censo, teme que le quieran dar un nuevo carpetazo a la desaparición de Julio César.
Desde que se dieron a conocer los resultados de la Estrategia Nacional, que informó también sobre la ubicación de 17 mil 843 personas sin prueba de vida, y 62 mil 112 registros sin datos suficientes para identificar a la persona o sin indicios que permitan la búsqueda.
Con esta cifra, se redujo el número de personas desaparecidas confirmadas a 12 mil 377, pero desde ese momento diversos colectivos han rechazado los resultados de la Estrategia Nacional y el nuevo censo de desaparecidos, al señalar que son miles los más los que faltan en sus casas, de quienes no se tienen pistas.